Palabras de Vida. Diciembre

Recogimiento y armonía.

En esta época, transmitir la importancia de dar y recibir amor, de ser solidarios, de alimentar el
espíritu y de disfrutar de las pequeñas cosas de la vida, se convierten en el mejor regalo que
podemos ofrecer a nuestros seres queridos. Es un tiempo para renovar la fe en Dios, amar a los
demás, y poner en alto el amor y paz. Para ello es fundamental compartir con los hijos los valores y
enseñarles que la felicidad no solo está en los obsequios y en los regalos materiales.

La Navidad invade de alegría y esperanza a quienes espiritualmente los impulsa una fuerza
renovadora, revitalizadora y dinámica. Esta es una época donde todos desean encontrarse consigo
mismos, preparándose para la celebración de noche buena. La música, la llegada de familiares, las
luces y decoraciones, están por doquier.

Lo primordial es disfrutar con alegría y espiritualidad. Reflexionar y orar juntos, hablar sobre el
significado de la Navidad en las distintas tradiciones religiosas, contar anécdotas sobre la
celebración de estas tradiciones en la familia, son una manera de fortalecer el espíritu navideño.
Al reconocer que navidad representa a Jesús nuestro salvador quien se dió en amor por todos, es
nuestra fe que nos conecta es devoción a Él, para pedirle desde el corazón la salud de un familiar, el
bienestar de los amigos o vivir en armonía. Podemos estar seguros que Dios siempre escuchará
nuestro clamor y otorgará los deseos de nuestro corazón.

El Texto Bíblico en el libro de Isaías 7:14, nos recuerda que tenemos un símbolo de unidad familiar
en medio nuestro, que es “Dios con Nosotros”, por lo cual la navidad nos inspira profundamente a
descubrir los sentimientos más sublimes, como el perdón, la solidaridad y la humildad, estos
permiten abarcar los aspectos espirituales, sociales y tradicionales, que dinamizan el alma en toda
su extensión.

Este tiempo es valioso para provocar el amor, la integración y los cambios que sean necesarios para
iniciar una nueva vida con nuestro Salvador. Desde nuestro interior debemos entender y sentir que
en esta época Dios nos dio el mejor regalo representado en Jesús, su amor y esperanza restauran el
corazón, nos da la oportunidad de darle sentido a nuestra vida y reasignarle el verdadero valor tan
grande que posee.

La familia, base de nuestra estructura social, es el ámbito de protección y reflejo en el que nuestros
hijos crecen día a día y aprenden su comportamiento. La Navidad es propicia para fortalecer esta
estructura social y para ser más respetuosos y solidarios con el prójimo.

Lo interesante sería que este espíritu navideño nos lleve a la reflexión, a valorar lo que es importante
en nuestra vida, y a rescatar el verdadero sentido de quien representa la navidad.

En esta navidad celebremos a Jesús, la vida, amar la paz, soñar con la justicia, sigamos inspirando
a otros con la fe de una esperanza mejor. Bendiciones para todos, feliz navidad y prospero año
nuevo.

Cordialmente,
Eunice Ovalle castellanos

Pastora y Orientadora Espiritual. CCAH.