Desarrollando el Propósito de la Vida: La Dirección de Dios en Nuestro Camino

Desarrollando el propósito de la vida.

Desarrollando el propósito de la vida: Todos tenemos un propósito determinado por Dios. Para descubrirlo debemos comprender que la vida más que una experiencia es una vivencia, donde debe primar la dirección de Dios, más que nuestros intereses personales para recibir el beneficio de la dirección divina.  

No podemos llegar a descubrir el sentido de la vida centrándonos en nosotros mismos. Dios es nuestro creador, por lo tanto, en Él debemos comenzar a buscar. Se trata de su plan, de su diseño, de su voluntad y de su propósito. En la Biblia, encontramos al salmista David diciendo: “Jehová cumplirá su propósito en mí” (Salmo 138:8). Estaba definiendo un poderoso principio bíblico: La vida no se trata de lo que tracemos nosotros como objetivo, sino del propósito que Dios desea consumar. Lo que Dios cumplirá en nosotros, no es lo que deseamos, sino lo que Él trazó desde la eternidad. Es su propósito.

Dios no solo nos ha fijado el propósito de nuestra existencia, sino que también se ha reservado el tiempo y lugar donde nos ha ubicado. El apóstol Pablo predicándole a los atenienses acerca del Dios que ellos adoraban sin conocerle, les dijo: “El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay… quien da a todos vida y aliento y todas las cosas… les ha prefijado el orden de los tiempos, y los límites de su habitación” (Hechos 17:24-26).

Dios controla nuestros tiempos, y también el lugar donde habitamos. De manera que, si estamos viviendo este tiempo, es porque en el designio de su voluntad, Él tiene planes con nosotros en este preciso tiempo. Nuestra vida, familia, nuestro ciclo de amistades y contexto social, tienen un propósito en sus planes eternos.  Lo mejor que podemos hacer entonces, es aceptar la encomienda que Dios nos asigna, y plegarnos a su propósito con nosotros. El salmista David, conforme a la voluntad (el propósito) de Dios, sirvió a su propia generación mientras tuvo aliento de vida Nosotros también, atendiendo a la voluntad de Dios, pongamos nuestros dones, talentos y capacidades, al servicio de nuestra propia generación, en este tiempo.                                                                                                                                     

Dios nos diseñó para servir a nuestra familia, en nuestra comunidad, y a nuestra propia generación. La mejor manera de hacerlo, es desarrollando nuestro propósito en la tierra, aceptando sus designios y caminos y ayudando a nuestras familias para que también desarrollen su visión. 

Cuán importante es saber de dónde venimos, y hacia dónde vamos. 

Cordialmente, 

Eunice Ovalle Castellanos.