Palabras de Vida. Marzo

Oportunidades de Dios para bendecir y ser bendecidos.

La Biblia nos enseña que Dios ha prometido bendecirnos y ha cumplido su promesa.  Desde el Génesis 12:2 “Te Bendeciré y en ti Serán benditas las Familias de la tierra.”  Dios ha demostrado su amor con la humanidad al colmarnos de bienes y misericordias. Disfrutar de nuestros seres amados, tener posesiones, salud y conocimiento son más que regalos que El Eterno nos ha privilegiado. 

Dice el salmista David: “Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de sus beneficios”. Salmos 103:2. El ordena a su alma bendecir a Dios por todas las bendiciones recibidas. 

Pero hay algo más confortante y es poder bendecir a otros. Nuestras Bendiciones compartidas con otros retornan a nosotros. Mientras más bendecimos a otros, si ayudamos a otros, más bendiciones de Dios vienen sobre nosotros.  Lucas 6:38 dice: “Dad y Se os dará, medida buena”.  Cuando bendecimos a otros, Dios entonces dirá:  Voy a derramar más bendiciones sobre ti., yo me encargaré de retornar sobre ti la bendición”.

Bendecir a otros moverá la mano de Dios a nuestro favor. Dios tomará cuidado de nuestras necesidades.  Él se encargará de todo lo que nos falte. No hay nada que Dios no haga a favor de aquel que ayuda a otros.  De hecho, Dios garantiza esta bendición. Lucas 18 dice: “Les garantizo esto. Quien da alguna cosa para el Reino de Dios ciertamente recibirá muchas veces más en esta vida y la Vida eterna en el mundo venidero”. 

Una de las bendiciones más apremiantes, es que Dios asume la responsabilidad de nuestros problemas y eso es una bendición real, porque él sabe manejar nuestras dificultades, Él toma control de todo cuanto nos pasa. 

Basándonos en las bendiciones que hemos recibido hasta hoy. ¿Qué es lo que crees que Dios espera de nosotros? 

Jesús dijo en Lucas 12:48 “A quién mucho se le da, mucho se le exige”. Por lo tanto, al recibir de Dios nuestra responsabilidad es más grande.

Cordialmente,

Eunice Ovalle Castellanos
Pastora Y orientadora Espiritual CCAH.